Autor de "El precio de la transición, Planeta, 1991
(Tras la muerte de Franco) "La república seguía siendo para la ciudadanía el régimen que había terminado en guerra civil. El concepto de seguridad y de orden estaba implícito bajo la idea de una monarquía, y el de riesgo e inestabilidad lo evocaba la república. Otra victoria del franquismo tras décadas de presión ideológica".
"Aún hoy sería considerada una temeridad la redacción de una biografía del Rey Juan Carlos que no se moviera entre la hagiografía y la cosmética. No faltan datos, ni ganas, ni intenciones, ni -sospecho- historiadores; falta voluntad y sobra temor".
El 23-F cierra el ciclo del Rey como rehén y abre una etapa del Rey como "piedra angular de la democracia"; si la primera constituía una traba para el funcionamiento democrático, esta última no dejaba de ser inquietante".
No obstante reconoce en Juan Carlos I al "primer Borbón en la historia dinástica de España que puede decir que ayudó a estabilizar la democracia y no a vulnerarla, como sus antecesores". liga su idea de transición democrática a "sus deseos de supervivencia como jefe de Estado". Recuerda que ya lo fue provisionalmente en vida de Franco. Y se refiere a "la ausencia de reacción social la tarde del 23-F. Afirma que el ejército "tenía sometido a un chantaje real a la sociedad española", que llamarlo poder fáctico es un eufemismo, y que el término desestabilización se convertiría en "el recurso con el que se denunciaría la verdad". Asimismo, critica la llamada "verdad responsable", "una especie de justo medio, que nacía de la división entre lo que había ocurrido y el proceso de cambio que se había desarrollado después". Para Morán indagar sobre el franquismo "nos obliga a seguir interrogándonos" sobre la transición. A su juicio, muerto Franco "se inicia un proceso de desmemorización colectiva". "la memoria", afirma, "era un elemento que dificultaba el camino hacia una democracia estable". y no solo por lo que se refería a los franquistas...
Saber más:
Morán también aborda brevemente el apoyo a otros dictadores, como Mao-Tse-Tung, que a pesar de la "barbarie represiva de la revolución cultural", contó con la admiración "de la intelectualidad más exquisita de Occidente". También cita el caso de Stalin. Sobre Franco afirma sorprendido en un pasaje: "Ejerció de dictador omnímodo hasta el último minuto, y sin embargo tuvo el halo de una ancianidad benevolente".
