30 abril 2018

Repúblicas

Si sumamos a JuntsxCat, ERC, la CUP y los Comunes, hay cuatro fuerzas pro republicanas ahora mismo en Catalunya. De lo cual se deduce:
1. La monarquía tiene un problema democrático en Catalunya.
2. La república, de polisemia.


Si hacemos balance, el republicanismo español ha mostrado su escasísima cilindrada y reprís  ante el arriesgado acelerón monárquico de octubre. El republicanismo catalán, resistente, aunque discontinuo  y con techos por superar, su limitada fortaleza.

Nacionalismo identitatario... español

Un nacionalismo sigue afanado en convertir a la Guardia Civil en un elemento nuclear de la identidad española, con el consiguiente elogio continuo y acrítico a modo de bandera. No le hace bien al Cuerpo, aunque así se propague.

10 abril 2018

España, la involución desde octubre

Un Estado que pretende demostrar sus fortalezas como lo está haciendo ante el conflicto catalán es un Estado débil. Desde el pasado otoño, el Estado no sale del invierno, y cada vez que se abre un claro, truena. Por eso mismo, que en el discurso de su modulación recobre protagonismo Felipe González refleja la profunda crisis que desde hace demasiados años arrastra el Partido Socialista. Estamos en 2018. La España de Fraga comienza a inquietar a González, pero solo un poco. Tan deprimente como tremendo. Y de fondo, la falta de pluralidad de la prensa en papel editada en Madrid. Y de la radio, y de la televisión. La ficción de sus consensos como base de esta involución. 

09 abril 2018

La internacionalización

Análisis en Diario de Noticias (8-4-18). Cinco meses después de la puesta en marcha del 155, no solo el independentismo acusa la fatiga de la excepcionalidad. La estrategia del Estado se erosiona y cada vez está más cuestionada

Puigdemont en Berlín. Discurso de diálogo; una demanda que ya hizo pública de forma insistente antes y después del 1-O, pero que desde Alemania recobra enjundia, tras el revés de la justicia al Estado español. En política un buen relato se sintetiza en una frase, e incluso en una palabra. El diálogo es a la vez algo humilde y ambicioso, conciliador pero firme. Apela al realismo de las partes en conflicto, en este caso sobre la base de los resultados del 21 de diciembre: equilibrio entre independentistas y no independentistas y al mismo tiempo amplia pero muy plural mayoría pro soberanista.
Con la suspensión del autogobierno catalán, medio Govern de  Puigdemont en el exilio y otro medio en la prisión, la primera necesidad del independentismo tras la puesta en marcha del 155 era conquistar la mayoría electoral el 21-D. Lograda la mayoría parlamentaria, quedaba la carta de la constancia frente a la estrategia de de beligerancia urdida por el Gobierno de Rajoy. 


01 abril 2018

Seis meses del 1-O

Termodinámica política: desde el 1 de octubre la represión agranda la envergadura histórica del 1-O. El éxito internacional de los catalanes y catalanas participantes aquel día fue votar y no responder. O dicho de otro modo: responder votando. Hoy, seis meses después, en un momento político durísimo, el soberanismo catalán persiste en su movilización, con discrepancias, pero recosido tras la ofensiva de Llarena. La batalla política por el derecho a decidir sigue abierta, e internacionalizada. La estrategia de escarmiento puede volverse en contra del Estado.

Seis meses del 1-O. Seis meses de persecución. Seis meses para la historia.


Ciclos

Además del ciclo gubernamental actualmente vigente desde 2011, hasta ahora el PP había gobernado anteriormente dos legislaturas bajo mandato de Aznar, de 1996 a 2004. UCD lo hizo de 1977 a 1982, con Adolfo Suárez y Calvo Sotelo. Después, en ambos casos, gobernó el PSOE. En 2020 (o en 2019) es muy posible que las derechas sigan gobernando en algún tipo de fórmula que sume a PP y Ciudadanos. Sería una tercera legislatura y de esta forma los liberal conservadores se acercarían en años al gran ciclo del PSOE que duró 14 años, de 1982 a 1996. Una espinita clavada para la derecha, haberse quedado hasta el momento tan lejos de esa marca. Una tercera legislatura acercaría al liberalismo conservador a aquella longevidad socialista. Con consecuencias políticas por ver tanto en lo territorial como en la política económica.