29 abril 2019

Punto y seguido

Análisis del resultado de las Generales, publicado en el Grupo Noticias


Pedro Sánchez ha consumado su resurrección por etapas, a razón de un hito anual desde 2017: triunfo en las primarias, en la moción de censura y ahora en las Generales. La cruz es Pablo Casado, que ingresa en la UCI y deja el partido en una situación más que delicada. La derrota es durísima, incontestable, particularmente dolorosa en tanto que Génova siente ya el aliento de Ciudadanos. La formación de Rivera, si bien se queda a menos de la mitad de escaños que el PSOE, pega un considerable estirón, y se sitúa en una posición muy interesante de cara a la competición y recomposición de la derecha. Rivera ciertamente se la jugaba y ha salido airoso del envite. Todo lo contrario a Casado, que tenía su tabla de salvación en la horquilla de escaños que obtuvo Sánchez en 2015 y 2016 (90 y 85 respectivamente) en la cresta de Podemos. Pero los 66 escaños de Casado es una cosecha tan exigua y esquilmada que deja al líder del PP tocado, a la espera del mes que viene. ¿Es el fin abrupto de la estrategia de Aznar? No está claro si su plan es terminar uniendo a las derechas porque el tablero va a invitar a ello. Pero a Aznar, nuevamente, le falta olfato y le sobra altanería.


26 abril 2019

Últimos metros

Análisis sobre la recta final de campaña para las cabeceras del grupo Noticias (25-4-19)


Los debates a cuatro han clarificado algo el panorama. Si el recuento del domingo le resulta un éxito, el PSOE buscará la geometría variable con un Gobierno monocolor y de independientes en una alineación ministerial diseñada a base de guiños. Tanto en este escenario como en otros, el factor personal va a ser importante de cara a alcanzar acuerdos. Por de pronto Sánchez e Iglesias comparten tono en contraposición con la inquina de Rivera contra el líder socialista. Si Sánchez sumase con Unidas Podemos, Compromís y el PNV, hipótesis imposible sin una altísima movilización de la socialdemocracia, la entente entre el sanchismo y el pablismo estaría mucho más cerca de consolidarse. El papel de Iglesias en los debates aviva un escenario de entendimiento. Estratégicamente, las formas más reposadas han sentado bien al líder de la coalición morada, que parece otro desde la moción de censura del año pasado. Iglesias se ha errejonizado sin dejar de ser Iglesias. Adaptación astuta tras el desgaste sufrido estos años, que le describe dispuesto a exprimir las posibilidades de una nueva coyuntura, ahora como muñidor.


23 abril 2019

Tela que cortar


Fragmento de análisis en el grupo Noticias sobre la campaña electoral (18-4-19)

Atención al PSOE, que atisba la posibilidad de romper sus expectativas más cautas, y en busca de una victoria muy amplia se ha lanzado a desechar los votos de ERC casi a las primeras de cambio. Puede ser un farol estratégico o puede que no. Y que Ferraz tache al independentismo, en prevención de nuevos vetos presupuestarios y aprovechando el impás a la espera de la sentencia del Supremo. Muy probablemente al rechazo de un referéndum de independencia, habrá que añadirle la ausencia de una reforma constitucional por aquello de la falta de consenso. Este pasillo estrecho para entrar en los años veinte puede que finalmente reactive algo el voto de Junts Per Catalunya. Por otro lado Sánchez es consciente que Podemos y PNV no se van a entender con Ciudadanos. Así que el PSOE parece que baraja tres opciones: Gobierno con Cs, hipótesis que niega una y otra vez Rivera con credibilidad limitada. O Gobierno gracias a Podemos y PNV (un hipotético escaño de Geroa Bai podría apuntalar esta mayoría). O repetición electoral, con olor a déjà vu 2016.
La segunda opción dejaría a Casado y Rivera ante una legislatura de oposición bronca, propicia para su modus operandi. Un acuerdo PSOE Ciudadanos podría desembocar en una legislatura corta, que daría presente a Rivera pero le restaría futuro. A Casado le aguardaría un camino arduo, atacando a discreción a Ciudadanos y Rivera, pero compitiendo con Vox y sintiendo el carraspeo de Núñez Feijóo. La última hipótesis, la de la repetición electoral, podría acelerar una unificación de PP y Cs estilo España Suma o similar.


10 abril 2019

Presidenciable

Hay un nexo común entre Rajoy y Sánchez, dos hombres de frecuente proceder dilatante. El 'haz que pase' socialista remite a un plazo, una legislatura que en lo territorial fracasará si se limita a contener el centralismo y resbalaría con estrépito si se decanta por gobernar con Cs. Después de dos años frenéticos, Sánchez, de fenecido a resucitado, y de resucitado a triunfador, puede estar en otro momento clave de su carrera. El momento para el que cualquier dirigente trabaja durante años, a menudo sin éxito: ganar unas elecciones. Tras ocho meses de una interinidad rentable tras la moción de censura, ha llegado su ahora o nunca. La coyuntura le es favorable, que no significa tampoco que sea sencilla: una derecha que quería abandonar posiciones de centro, por considerarlo espacio 'acomplejado', ha hecho la mudanza. En cuestiones territoriales ha desaparecido el centroderecha español y transmutado en derecha y extrema, con protagonistas nacidos entre 1976 y 1981. Ahí está su hoja de ruta común para ocupar el poder en Catalunya, con el apoyo de poderosos altavoces mediáticos, por cierto.

Si las encuestas aciertan, Sánchez debe poner un rumbo claro desde el inicio, liderando más y calculando menos. La propia Constitución del Gobierno y sus apoyos será el cimiento fundamental de la legislatura. Si Rivera no termina dando un nuevo giro eólico, y Sánchez sigue de presidente, continuará la partida de la crispación en la derecha, y la carta de una refundación/unificación en la baraja.
Claro, que hay otra cuestión en el aire, además de los acuerdos que se den tras las Generales. Cuál será el papel de Felipe VI durante la próxima legislatura, y sus recados públicos o entre bambalinas en su labor o no de arbitraje. El Estado sabe que el impacto político y social de este proceso al Procés dejará marcas muy profundas en Catalunya. El Estado sabe también que su solidez depende de un determinado porcentaje de apoyo. Así que temeroso u orgulloso puede abusar, o lúcido y templado puede acordar. Cada año que dure el conflicto abierto, España perderá imagen en Europa.