19 febrero 2018

Nacionalismo español y lenguaje


Si no se reconoce la existencia de un nacionalismo español, cómo se va a reconocer su componente identitario. El relato político español y su lenguaje: completamente ventajoso, completamente asimétrico.

¿Cuántas veces habéis visto calificar al franquismo de dictadura nacionalista? A lo sumo se habla de nacionalcatolicismo, q suena para muchos a catolicismo nacional.

El nacionalismo español estructural; tan nacionalista que no se reconoce. Ni siquiera para una etapa como aquella. No le conviene, ni entonces ni ahora.

Saber más: Nacionalismo, populismo, victimismo español

Decir, como ha afirmado Rosa Díez, que "nadie defiende la nación española" tampoco es nacionalismo, ni populismo, ni victimismo, ni tiene que ver con un carácter ideológico insaciable. Todas esas etiquetas que en España se reparten como conviene a los constructores de dichos marcos.

Retener no es unir


La teoría de ocupación del poder formulada hace un año por Cebrián es hoy una inmensa retroexcavadora en funcionamiento, que efectivamente sitúa el debate en Catalunya en la recuperación de la autonomía. Frente a esa tremenda premonición cumplida ¿Existe un plan sólido alternativo?

Claro que es necesario el posibilismo sociológico en Catalunya. Saber leer la complejidad en este asunto y en este momento. La mayor dificultad, creo, está en la definición del posibilismo político, cuando el Estado español ahora más que nunca sitúa al independentismo catalán en el terreno de lo imposible y se afana en su derrota ideológica.

Leyendo las declaraciones de Marta Pascal en La Vanguardia (15-2-18), no creo que nadie esté en condiciones de poner la mano en el fuego de que en un futuro no haya otro divorcio en el antaño ámbito de Convergència.

El portavoz Méndez de Vigo, que dijo que el Gobierno recibiría con "agrado" que Puigdemont se presentara a las elecciones del 21-D ahora dice q el Gobierno "no tendrá ninguna contemplación" con Puigdemont. En medio, claro, el resultado de unos y otros ese 21-D.

La pugna desde el centro a la derecha

Situación de carrera. PP y Cs dándose relevos. El nacionalismo español de Rivera podría acabar rompiendo la hegemonía del PP. El asunto es del todo reseñable. Una segunda Aznaridad está cociéndose. O naranja, o azul, o mixta, pero con poderosos soportes de arrastre.

La cota de ascenso de Ciudadanos  mide  (entre otros factores) el poder de influencia de los diarios en papel editados en Madrid. Prensa que vende menos, pero sigue siendo generadora de opinión para el periodismo de radio y televisión.

No hay operación Ciudadanos con la formación naranja ganando votos solo en los caladeros del PP. Así que Rajoy tiene motivos para la preocupación, pero Sánchez también. Incluso más.


09 febrero 2018

Rajoy, tres en uno

Una forma de hacer política y de comunicar en tres frases (2011-2015-2018). ¿Falta de empatía o exceso de cinismo?

"La congelación de las pensiones, unida a las subidas de impuestos como el IVA o de servicios básicos como el agua y la luz hace que las familias y sobre todo las personas mayores tengan cada día más dificultades para llegar a fin de mes"
Mariano Rajoy, publicidad electoral mayo 2011.

"España ha superado la crisis sin que nadie se quedara al borde del camino"
Rajoy, en octubre de 2015.

Febrero de 2018: Rajoy "apela a la responsabilidad individual" y pide a los españoles que ahorren "como complemento de la pensión pública pero también de otros planes vitales, como la educación de los hijos, un proyecto personal o superar cualquier revés que nos pueda traer la vida".


Saber más: 
Febrero de 2011. Cuando Rajoy reclamaba un Gobierno "capaz de gestionar la economía, generar riqueza y bienestar". 

Mayo de 2011: "necesitamos reformas y necesitamos reformistas capaces de llevarlas a cabo. hasta ahora sólo hemos tenido una apariencia de reformas impulsadas por falsos reformistas, por reformistas sin convicción o con un convencimiento sobrevenido". 

Febrero de 2017: "Somos reformistas siempre, pero a nuestro ritmo".

Fuentes: 25 aniversario de Expansión (27-5-11) y El País (12-2-17), respectivamente.


El espíritu inicial de Alianza Popular, la voluntad de Falange

El espíritu del manifiesto fundacional de Alianza Popular (1976), "nos opondremos a la legalización de los grupos separatistas", ha vuelto a crepitar cuatro décadas después, de forma explícita en boca de Pablo Casado (9-10-17), "a título personal".
La regresión es escandalosa. Basta acudir al programa electoral de las Generales de 2016 de Falange Española y de las Jons:
"Entendemos que es necesario deslegalizar a todos los partidos separatistas, sean o no violentos. El separatismo es en sí mismo un crimen contra España y su unidad"
Algunos han querido convertir 1978 en el nuevo año de la victoria. Y algunos no dudan en caminar a marcos de 1976. Ese año, en octubre, a raíz de la presentación del manifiesto fundacional de AP en ABC, edición de Andalucía (10-10-76), José María Ruiz Gallardón se refirió a la voluntad del nuevo partido de excluir del juego democrático a partidos de ideología independentista, entre otros:

"Sólo se excluye a aquellos que quieren su reconocimiento político para dinamitar el orden institucional. Demócratas, pero no ingenuos".
Unos meses antes (enero del 76), Arias Navarro dijo en las Cortes que entre las cosas que "ninguna sociedad que quiera subsistir, en orden y en paz, puede aceptar olvidar o tolerar" estaban "los que atentan a la sagrada unidad de la Patria, en una u otra forma de separatismo".

Afirmaciones de José María Ruiz Gallardón y de Arias Navarro  que conectan con la de Casado 41 años después, cuando el 17 de octubre habló de nuevo sobre la cuestión y dijo que "lo importante" eran los procedimientos judiciales abiertos contra el Procés, pero al mismo tiempo insistió en que habría que "intentar limitar unos proyectos rupturistas y ruinosos para la nación y para las comunidades autónomas".

08 febrero 2018

Catalunya y una Teoría del Poder

Recordar que el Estado hubiera encarrilado la cuestión catalana pactando un referéndum y ganándolo, en vez de abordarla con un asalto policial y judicial parece hoy un ejercicio de completa ingenuidad, lo cual es en sí mismo tremendo. Pensar que esta estrategia de ocupación iba a terminar con las elecciones del 21-D era otra de las ficciones de aquel reciente otoño cargado de fantasías.


Mi análisis en Diario de Noticias: 

La estigmatización como estrategia

Óscar Puente ha comparado a Carles Puigdemont con Charles Manson. Leo en Google:
Margallo le comparó con Kim Jong-un.
Beatriz Becerra con Norman Bates.
Rivera y González Pons con Marine Le Pen.
González Pons e Imbroda con Maduro.
Cifuentes, Casado y González Pons con Tejero.
Abel Caballero con Franco.
Nacionalismo español y discurso del enemigo. Hace unos años la ofensiva se concentró en gran parte sobre Ibarretxe, aunque también se puso el foco en

Rodríguez Zapatero.

Ofensiva centralista

El nacionalismo como marca
Ruido de más 155. La ruta de la impotencia de un españolismo de derechas:
Al no poder intervenir las urnas en Catalunya, las instituciones.
Al no poder cambiar las instituciones, las ideas. (TV3 y educación). De fondo, como es notorio, la pugna entre el PP y Ciudadanos y de su respectivo entorno mediático. De fondo también la frustración centralista, resumida en una frase de Albert Boadella: "el 155 no ha servido de nada" (Antena 3, 6 de febrero). La última en sumarse a la campaña contra TV3 ha sido la ministra María Dolores de Cospedal, mencionando "la defensa del interés nacional". La misma Cospedal que antes de las elecciones del 21-D, dijo que "si se consigue que los catalanes pasen página, el Gobierno habrá conseguido su objetivo" (El Mundo 17-12-17) . La misma Cospedal que hace cuatro años (1-2-2014) afirmó sobre los militantes de PP:

"Nos hace únicos y nos distingue de los demás que amamos a España y que nos sentimos muy orgullosos de ser españoles".

O la misma que hace cinco años escribía sobre educación en estos términos (Libertad Digital, 17-5-2013):

"Un modelo educativo vertebra un país y permite a sus ciudadanos conocer y formarse en el amor a su patria (...)"

Por cierto: Cospedal no se ha autodescartado para sustituir a Rajoy. ¿Desgastada? Si Rivera crece situándose a la derecha del PP, el discurso de Cospedal, en un ministerio como el suyo, le proyecta como posible sucesora.

Saber más: No viene de ahora. El discurso neoimperial de Luis María Anson en El Cultural (30-11-12) 


"No se puede entregar impunemente la educación y los medios de comunicación públicos a los secesionistas como se ha hecho en varias regiones españolas"


01 febrero 2018

"Aceptar"

Fragmento de un artículo de Jordi Graupera de hace cuatro años, que recobra interés con la perspectiva del tiempo. (La Vanguardia, 8-2-2014)


"Decir no a la independencia es aceptar que tu modelo económico, social, territorial o cultural puede ser derrotado si así lo quieren los electores españoles. Y exige que seas realista con lo que quieren. Decir sí a la independencia es aceptar que tu modelo puede ser derrotado si los electores catalanes no lo quieren. Asumir los fracasos del colectivo que vota está en la base de los sistemas democráticos. Asumir los aciertos no tiene ningún mérito.

(...)

Si no quieres España, responsabilízate de la independencia. Si no quieres la independencia, responsabilízate de España".


Saber más: "Si Iglesias fuera explícito con la posibilidad de un referéndum en Catalunya a la escocesa, no tendría ninguna oportunidad de ganar"

¿Punto de giro en el españolismo?


Si tres generaciones de españoles terminan interpretando con más o menos alborozo o conformismo que 'la cárcel ha servido' a la causa y refuerzo de la nación española, el independentismo (y el conjunto del soberanismo) arrastrará un problema bastante más serio que el que ya calibra. De los que dejan huella histórica a partir de un relato del todo viciado: la victoria frente al `nacionalismo´ y la negación paralela de la existencia de un nacionalismo español que pretende marcar una nueva época. De ahí el éxito emergente de Ciudadanos, cosa que no debería extrañar desde una perspectiva de izquierdas. Me explico: una crisis del capitalismo acabó aupando al poder al Partido Popular en 2011. Imposible no es que una crisis del nacionalismo español termine aupando a Ciudadanos. Por cierto, recuerden la hoja de ruta de la formación naranja al comenzar 2018: "presionar" al bloque independentista en su división "para que se cuezan en su propia salsa". (ABC, 2-1-18).

Nacionalismo español y una línea de puntos

"El nacionalismo es la guerra", afirma Juncker. "Derrota" de Puigdemont "frente a España", titula ABC. "Cuantos más soldados seamos en la defensa de la Constitución, más posibilidades tendremos de ganar", afirmó Sáenz de Santamaría. "El enemigo son los separatistas" dijo José Manuel Villegas. El lenguaje y una línea de puntos...





Saber más: De una entrevista en ABC (16-10-11) de la periodista Blanca Torquemada a José Manuel Otero Novas, ex ministro de UCD.

La periodista hizo una referencia sobre la Transición y "la llegada de una democracia ordenada", y preguntó:
¿No es descartable que acabemos en guerra por esta cuestión nacional?" (la de las autonomías)
Y el ex ministro respondió:
"No lo es"