La teoría
de ocupación del poder formulada hace un año por Cebrián es hoy una inmensa
retroexcavadora en funcionamiento, que efectivamente sitúa el debate en Catalunya
en la recuperación de la autonomía. Frente a esa tremenda premonición cumplida
¿Existe un plan sólido alternativo?
Claro que es necesario el posibilismo
sociológico en Catalunya. Saber leer la complejidad en este asunto y en este momento. La mayor dificultad, creo, está en la definición del
posibilismo político, cuando el Estado español ahora más que nunca sitúa al
independentismo catalán en el terreno de lo imposible y se afana en su derrota
ideológica.
Leyendo las
declaraciones de Marta Pascal en La Vanguardia (15-2-18), no creo que nadie esté en
condiciones de poner la mano en el fuego de que en un futuro no haya otro
divorcio en el antaño ámbito de Convergència.
El portavoz
Méndez de Vigo, que dijo que el Gobierno recibiría con "agrado" que
Puigdemont se presentara a las elecciones del 21-D ahora dice q el Gobierno
"no tendrá ninguna contemplación" con Puigdemont. En medio, claro, el
resultado de unos y otros ese 21-D.
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