19 junio 2010

El franquismo y el euskera

"Debe señalarse también como origen de anomalías registrales la morbosa exacerbación de algunas provincias del sentimiento regionalista, que llevó a determinados registros buen número de nombres, que no solamente están expresados en idioma distinto al oficial castellano, sino que entrañan una significación contraria a la unidad de la Patria. Tal ocurre en las Vascongadas, por ejemplo, con los nombres de Iñaki, Kepa, Koldobika y otros que denuncian indiscutiblemente significación separatista (...)"

Orden 18-5-38; B.O 21-5-38
Por lo que se disponía en el Artículo primero que "en todo caso, tratándose de españoles, los nombres deberán consignarse en castellano". La prohibición para nombres sin traducción al castellano duró durante toda la dictadura. Una curiosa excepción fue la aprobación en 1966 del nombre de Aitor, "como perteneciente al fondo autóctono de la cultura española".

04 junio 2010

"Orden"

En 2007 Manuel Fraga dijo que Franco había "sentado las bases para una España con más orden". Ésta última palabra, conceptualizada de forma rígida y jerárquica, ha sido muy invocada en la vida del actual presidente de honor del PP


En uno de sus libros, "El Estado de la Nación" (Planeta 1985) escribió:
"No es lo mismo ver pasar a un magistrado respetable que ver en él a un servidor de un orden injusto. A un militar o a un guardia civil se los puede ver como defensores de al seguridad de todos o como profesionales de la represión y de la sociedad corruptora y antipacifista. Este bombardeo es diario, en determinadas columnas o espacios audiovisuales, empeñados en demoler lo que queda de orden social, estético o cultural".

Veinte años antes, en otro de sus libros, titulado "Horizonte español" (Editora Nacional) también había hecho pública su peculiar idea del orden:

"En el régimen de Franco, que ha cumplido ya veinticinco años, el país emprende una marcha ordenada hacia la solución de sus problemas económicos, sociales, administrativos, políticos, internacionales".
"Franco, en un cuarto de siglo de gobierno pacífico ha demostrado lo que es capaz de hacer un país unido y en orden, a pesar de las dificultades del momento interancional y de la escasez de recursos con que se contaba (...)"

Fraga justificaba el golpe del 18 de julio de esta manera en el libro mencionado de 1965:
"Grupos crecientes habían llegado a conclusiones firmes. España no podía seguir deshaciéndose. España no podía renunciar a su tradición secular. España tenía que salvar la unidad de sus hombres y de sus tierras (...)".
También en otro momento de este libro escribe sobre la "fibra nacional, históricamente propicia a reaccionar con todra toda clase de separadores y disgregadores como los que en ciertos momentos llegaron a campar por sus respetos al amparo de la crónica debilidad de nuestro siglo XIX y de los primeros lustros del XX".
Y sobre la Segunda República, se puede leer esta paradójica frase:
"Pronto se vio que todas las fuerzas de la destrucción se ponían en marcha y ninguna, en cambio, para construir".
foto, de wikipedia


Fraga y el "respeto" (1985)
El libro "El estado de la Nación", de Manuel Fraga, editado por Planeta en marzo de 1985 tiene unas páginas dedicadas a la "encrucijada sudafricana", país que había vistado.
Escribe Fraga que en este continente hay que "defender los intereses generales del mundo libre y, por supuesto, no olvidar tampoco nuestros propios legítimos intereses". De los afrikaner, afirma que han "logrado que los negros de Sudáfrica sean los que vivan mejor de todo el continente".
"Su fondo calvinista les hizo tomar un camino totalmente distinto del de los países católicos en su contacto con otras razas. Ahora buscan ansiosamente, y creo que de buena fe, una solución".
"Hoy existe plena conciencia de que no existe una solución ideal y definitiva para los problemas de una sociedad compleja y en transición, y que lo mismo el inmovilismo que someter a Sudáfrica a la suerte que ha corrido Mozambique (...) son cosas inaceptables".
"Para los que vemos aquellos problemas desde lejos, ha de pedirse sobre todo respeto y realismo".
Y apela también al "sentido común" defendiendo que con los intereses económicos y políticos "no se juega".


Saber más:
  • Ramón Serrano Suñer, exministro de Exteriores en los primeros años de franquismo escribió en 1967 (Ensayos al viento citado en "Sociología del Franquismo" de Amando de Miguel:
"Hace treinta años fue necesario que España se impusiera una tregua, una cura de disciplina para no morir".
  • "Creemos que los ejércitos son columna básica del Estado".
Manuel Fraga (El País, 20-7-82)
  • En 2003, coincidiendo con el 25 aniversario de la Constitución Fraga declaró a Radio Nacional: "hay algo de lo que yo sí me atrevo a enorgullecerme en la ponencia, fuera de ella y como jefe de la oposición que he sido". "Nunca, nunca, nunca –y nadie me podrá probar lo contrario- perjudiqué a España".

(se pueden leer más fragmentos de la entrevista en el libro de Julio Samoano "¿Qué ha pasado con la Constitución?", Maeva 2003)