06 mayo 2009

¿Lenguaje de excepción?

En la marcha de Ibarretxe, un repaso a cómo algunos de sus detractores tensan los calificativos
Sucedió con el llamado Plan: "patochada", "insolencia", "delito", "amenaza más grave a la libertad", "asalto a la democracia", "la mayor amenaza contra el Estado de Derecho de nuestra breve historia democrática"... Y el ya exlehendakari no quedó mejor parado: "farsante", "iluminado", "mediocre", "Tejero vasco", "visionario", "soez", "personaje", "marioneta", "malo", "traidor a la historia de España", "aliado de ETA", que "dice chorradas", o "quiere crear un estado racista". Ahora, unas horas después de anunciar su despedida, le ha definido así un tertuliano: "un hombre rastrero sin dignidad y prácticamente sin moral política". Y un articulista ha calificado de "patético en su discurso aldeano y perverso".
En los últimos años, el propio término nacionalista (por supuesto periférico) se ha vuelto extraordinariamente peyorativo para no pocas personas, hasta incluso moralmente "repulsivo" *, porque los nacionalistas tienen "una moral distinta al resto de los ciudadanos", lo que les coloca no ya en una ciudadanía de segunda sino en el escalafón liso y llano de "enemigos de la patria". Un periodista llegaba a afirmar en una entrevista hace tres años que "todos los nacionalistas son violentos", al tiempo que calificaba a ETA de "más franca y abierta que el nacionalismo". Hablar de "mantener Navarra incontaminada de nacionalismos ajenos", o incluir al nacionalismo democrático en la categoría de "enemigos de la libertad", y responsabilizarlo "de todo lo malo que pasa en este país", o "lo peor del modo de ser vasco degradado y sucio", como sucedió en 2003 y 2001, da idea de que la cosa viene de lejos.
Más allá de los errores y responsabilidades imputables a los nacionalistas durante estos años, paralelamente se ha ido cocinado un cambio comunicativo perverso y de gran calado en algunos sectores: de en democracia se puede defender todo de forma pacífica a establecer la ecuación: los objetivos de ETA son igual de ilegítimos y antidemocráticos que sus métodos, luego los objetivos del nacionalismo en su conjunto son una amenaza a la democracia.
Estos discursos, de un indudable nacionalismo español, se definen por sí solos, pero repetidos influyen. Con su grado de virulencia muestran una falta muy seria de talante democrático, como la que se destila hoy en la Tercera de ABC:
"El Estado constitucional es fruto de la Ilustración (...) No hay lugar para las pasiones irracionales traducidas en ideologías orgánicas o historicistas, que tienden a sumergirse en el mito y la sinrazón".
Distinto tono mostraba ayer Iñaki Gabilondo en su informativo, dentro de su discrepancia:

"Ibarretxe siempre vio mas claro su sueño político que la realidad de su país. Por eso sus honestos y enormes esfuerzos han resultados estériles. Y por eso ha perdido el poder".
También crítico, pero en clave constructiva se posicionó el ya fallecido historiador Javier Tusell en El País (2-4-03):
"las propuestas de Ibarretxe, si lejanas a una solución, pueden tener el mérito de deglutir el voto nacionalista más radical".

Saber más:
  • El adjetivo "repulsivo" viene de lejos. En 1934, en los 27 puntos de la FE y de las JONS, se declaraba que España era una "unidad de destino en lo universal", para añadir: "Toda conspiración contra esta unidad es repulsiva. Todo separatismo es un crimen que no perdonaremos".
  • El historiador Joan B. Culla escribió en El País (14-1-05) un artículo títulado "La histeria" recopilando algunas de las reacciones en medios de comunicación ante el denominado Plan Ibarretxe.
  • En su proyecto de consulta no vinculante, que finalmente no se celebró, Ibarretxe presentó las dos preguntas que llevaría la papeleta:
1.- ¿Está Usted de acuerdo en apoyar un proceso de final dialogado de la violencia, si previamente ETA manifiesta de forma inequívoca su voluntad de poner fin a la misma de una vez y para siempre?
2.- ¿Está Usted de acuerdo en que los partidos vascos, sin exclusiones, inicien un proceso de negociación para alcanzar un Acuerdo Democrático sobre el ejercicio del derecho a decidir del Pueblo Vasco, y que dicho Acuerdo sea sometido a referéndum antes de que finalice el año 2010?
  • "Quienes promocionan este plan (el llamado Ibarretxe) vienen a decirnos que todo nuestro esfuerzo ha sido inútil, que las mil víctimas de ETA estaban equivocadas, que han muerto en balde" Mariano Rajoy en el Congreso (tomado de la Razón, 2-2-05).
  • Suspender la autonomía vasca durante unos meses para que Ibarretxe se enterese de "lo que vale un peine". Brillante idea de otro político en el confidencial.com en 2008.
  • Saber aún más:
    "El Gobierno amenaza a Ibarretxe con cinco años de prisión si convoca el referéndum" La Vanguardia (29-11-03)


No hay comentarios: