04 marzo 2008

Por el respeto migratorio


Las ONG han de tener presente su dimensión política y no enmudecer en debates como la inmigración, porque se están azuzando recelos muy perniciosos como enganche electoral.

Cotiza en el asunto de la inmigración, una mirada defensiva, que olvida la persistencia de desigualdades extremas. Porque para desorden, el de la miseria; para división, la generada por la pobreza y la marginalidad; o para sinrazón la impagable deuda externa (en 2005, según la Plataforma 2015, los países del sur transfirieron a los enriquecidos más de 510.800 millones de dólares en ese concepto, casi cinco veces el flujo de ayuda oficial al desarrollo de norte a sur en ese periodo).
Se insiste en estas elecciones generales en que los inmigrantes son sujetos con los mismos derechos y obligaciones que los españoles, pero esta razonable posición no contempla ni remotamente la posibilidad de que todos los que se encuentren en situación legal participen con su voto. Si al menos la mitad del colectivo pudiese votar, los discursos de ciertos mítines seguramente serían diferentes.
Por cierto, sólo en España, los inmigrantes, sujeto paciente de una desmentida estrategia conservadora para tocar más poder, aportan con su trabajo el dinero necesario para sufragar 900.000 pensiones.

La imagen: viñeta de El Roto en El País (28-2-08)

Saber más:
  • "Frente a los cuatro catedráticos de Derecho Constitucional consultados por el Defensor del Pueblo que consideran constitucional la Ley de Extranjería, otros siete juristas consultados recientemente por EL PAÍS ven inconstitucionales los preceptos de dicha Ley que niegan a los inmigrantes sin permiso de residencia los derechos de reunión, manifestacíón, asociación, sindicación y huelga" (El País 24-3-01)