09 febrero 2018

El espíritu inicial de Alianza Popular, la voluntad de Falange

El espíritu del manifiesto fundacional de Alianza Popular (1976), "nos opondremos a la legalización de los grupos separatistas", ha vuelto a crepitar cuatro décadas después, de forma explícita en boca de Pablo Casado (9-10-17), "a título personal".
La regresión es escandalosa. Basta acudir al programa electoral de las Generales de 2016 de Falange Española y de las Jons:
"Entendemos que es necesario deslegalizar a todos los partidos separatistas, sean o no violentos. El separatismo es en sí mismo un crimen contra España y su unidad"
Algunos han querido convertir 1978 en el nuevo año de la victoria. Y algunos no dudan en caminar a marcos de 1976. Ese año, en octubre, a raíz de la presentación del manifiesto fundacional de AP en ABC, edición de Andalucía (10-10-76), José María Ruiz Gallardón se refirió a la voluntad del nuevo partido de excluir del juego democrático a partidos de ideología independentista, entre otros:

"Sólo se excluye a aquellos que quieren su reconocimiento político para dinamitar el orden institucional. Demócratas, pero no ingenuos".
Unos meses antes (enero del 76), Arias Navarro dijo en las Cortes que entre las cosas que "ninguna sociedad que quiera subsistir, en orden y en paz, puede aceptar olvidar o tolerar" estaban "los que atentan a la sagrada unidad de la Patria, en una u otra forma de separatismo".

Afirmaciones de José María Ruiz Gallardón y de Arias Navarro  que conectan con la de Casado 41 años después, cuando el 17 de octubre habló de nuevo sobre la cuestión y dijo que "lo importante" eran los procedimientos judiciales abiertos contra el Procés, pero al mismo tiempo insistió en que habría que "intentar limitar unos proyectos rupturistas y ruinosos para la nación y para las comunidades autónomas".

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