08 agosto 2011

"La unidad", como doctrina escolar franquista (y 2)

Asignatura Formación del Espíritu Nacional, curso III, un manual de José María Mendoza Guinea, de 1956:



"Cuando España no está unida es débil y carece de fuerzas para lograr su destino. Por eso es preciso lograr "la unidad de mando de destino y de pensamiento entre las tierras de España, las clases de España y los hombres de España", citando un libro a pie de página de José María Fontana: "destino y constitución de España".


En la "lección 2" del manual de Mendoza se puede leer:


"La unidad es indispensable para los pueblos que quieren salvarse. La Historia de cada nación es una lucha constante por el logro de la unidad, ya que sin ella no puede conseguirse la grandeza y la libertad (...) La unidad, para ser eficaz, ha de ser total, abarcando al conjunto de todas ellas pues si en un solo aspecto no se consigue, la eficacia política se ha perdido".



Más adelante se habla de "las etapas de discordia". "Se caracterizan por un desconocimiento u olvido de la misión que España tiene que realizar en el mundo". En la Edad Contemporánea, "el liberalismo rompe la unidad entre los hombres de España con la lucha de los partidos políticos y el marxismo la unidad entre las clases al dar lugar a la aparición de las luchas sociales".



Saber más: "La victoria más clara y limpia"


Dos pasajes más en esta misma "lección":


"Quien manda se obliga a velar por la grandeza de la Patria y el bienestar de sus conciudadanos. Por eso el mando es un servicio y cuanto mayor es la jerarquía mayor es también el servicio prestado".


"En nuestros días, el Caudillo Franco, quien interpretando el sentir del pueblo español, le llevó, en la Guerra de Liberación, a la victoria más clara y limpia de nuestra Historia, y en la paz sigue trabajando para lograr la grandeza de España".

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