24 enero 2008

Imaginación e ironía para un cambio social

Para el escritor Eduardo Galeano, “el humor es muy importante para los que queremos que las cosas cambien. Hay que revolucionar el lenguaje, porque hay discursos que matan por aburrimiento” *

“Si sabes venderte, te compran”, ha escrito el articulista Javier Ortiz sobre el arte. También hace falta cierta mercadotecnia para que discursos a contracorriente se abran espacio. Con creatividad y audacia, el pensamiento social ha de aprender a manejar los tiempos, y a argumentar con brillantez. Demasiadas veces parece un equilibrio casi imposible. O hay mucho envoltorio y poca chicha, o viceversa, o poco de nada. Así no se vertebra opinión.

Un investigador argentino-uruguayo, Mario Kaplun, afirmó en los ochenta: “definir qué entendemos por comunicación equivale a decir en qué clase de sociedad queremos vivir”. Lamentablemente, la comunicación social contemporánea aspira en exceso a emitir y no escuchar, a consignar más que a autocuestionarse. Normalmente, se paga a los comunicadores por enunciar y publicitar, no por escuchar, rastrear u observar. Para eso hace falta tiempo, que es oro.

* Revista El Sur, de Medicus Mundi Navarra (diciembre de 2001)

Saber más: 

  • John Paul Lederach, profesor universitario, apela en su libro “El arte y el alma de la construcción de la paz” a la sagacidad, la imaginación moral y el aprendizaje continuo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Efectivamente, hay que actualizar el lenguaje para que el humor reine entre nosotros, y pueda transmitir el mensaje pero con algo más de alegría. Esto puede lograr motivarnos y de esta forma conseguir una crítica más certera. Sabemos que vamos a morir un día, pero no queremos hacerlo por aburrimiento.