Para el escritor Eduardo Galeano, “el humor es muy importante para los que queremos que las cosas cambien. Hay que revolucionar el lenguaje, porque hay discursos que matan por aburrimiento” *
“Si sabes venderte, te compran”, ha escrito el articulista Javier Ortiz sobre el arte. También hace falta cierta mercadotecnia para que discursos a contracorriente se abran espacio. Con creatividad y audacia, el pensamiento social ha de aprender a manejar los tiempos, y a argumentar con brillantez. Demasiadas veces parece un equilibrio casi imposible. O hay mucho envoltorio y poca chicha, o viceversa, o poco de nada. Así no se vertebra opinión.
Un investigador argentino-uruguayo, Mario Kaplun, afirmó en los ochenta: “definir qué entendemos por comunicación equivale a decir en qué clase de sociedad queremos vivir”. Lamentablemente, la comunicación social contemporánea aspira en exceso a emitir y no escuchar, a consignar más que a autocuestionarse. Normalmente, se paga a los comunicadores por enunciar y publicitar, no por escuchar, rastrear u observar. Para eso hace falta tiempo, que es oro.
* Revista El Sur, de Medicus Mundi Navarra (diciembre de 2001)
Saber más:
- John Paul Lederach, profesor universitario, apela en su libro “El arte y el alma de la construcción de la paz” a la sagacidad, la imaginación moral y el aprendizaje continuo.
1 comentario:
Efectivamente, hay que actualizar el lenguaje para que el humor reine entre nosotros, y pueda transmitir el mensaje pero con algo más de alegría. Esto puede lograr motivarnos y de esta forma conseguir una crítica más certera. Sabemos que vamos a morir un día, pero no queremos hacerlo por aburrimiento.
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