Fiabilidad maltrecha

Con el paso de los meses, el relato independentista ha ido perdido fiabilidad, y no solo por la acción represiva del Estado, sino por la perspectiva de los hechos y los detalles que se van conociendo poco a poco. Esa pérdida de fiabilidad supone una pérdida muy importante de capital político, por que significaba de coherencia, firmeza y decisión. Probablemente, el 1 de octubre fue la fecha cenit en la vinculación entre representantes soberanistas y representados que fueron a votar y hasta se jugaron el tipo para poder hacerlo o que otros lo hiciesen. A partir de ahí, el grado de confianza no ha sido el mismo. Y desde Navidades a ahora,  vista la división existente, la falta de sinceridad y los reproches mutuos, es bastante más gris.