Dos realidades en crisis a debate, dentro del curso la izquierda en el siglo XXI, de la Universidad de Verano de Teruel
- Según Javier Valenzuela (El País) las nuevas generaciones de periodistas han perdido vocación literaria y vocación "cívica". Hoy el referente de éxito es la telebasura.
- Según Valenzuela, "la izquierda ha perdido la batalla del lenguaje". Y pone como ejemplo la connotación positiva de la palabra "reforma", aplicado luego al campo laboral. Según Pere Rusiñol (Público) ha tenido una responsabilidad clara para que ello se haya producido.
- La clase política escribe peor que antes.
- La ilustración como mínimo tiende a un retroceso*. La trivialización invade la política y el periodismo.
- Lourdes Pérez, de Vocento, apunta: la consideración de la profesión está en retroceso, porque también está peor pagada.
- Un asistente ironiza sobre uno de los problemas "progresistas": la izquierda tiene la verdad, por lo tanto no hay que defenderse. Luego llegan las elecciones y pasa lo que pasa.
- Los medios aportan marcos interpretativos de la realidad. Hay más medios de derechas que de izquierdas porque el capital tiende a ser conservador.
- En Euskadi hay un debate pendiente sobre el binomio izquierda-derecha, apunta Lourdes Pérez.
- Hay un lenguaje burocratizado, propio de think tanks, que no comunica correctamente. Las personas con pretensión de influir intelectualmente deben saber escribir corectamente.
Saber más:
- En mayo de 2009 escribió Juan Varela en la revista FP sobre la crisis de la prensa escrita:
“El cuarto poder reúne para muchos ciudadanos los males y los vicios de otros poderes. La prensa ha pasado a menudo de vigilante de la democracia a dueña y secuestradora del diálogo político. Sus columnas estrechan el espacio público en lugar de ampliarlo. O al menos así lo sienten muchos ciudadanos, que acuden a la liberación de la democracia extrema de Internet".
- En 1995 Ignacio Ramonet en su célebre artículo "Informarse cuesta" publicado en el número uno de Le Monde diplomatique, ya hablaba de una crisis en los periódicos, y aún no había internet.
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