05 agosto 2019

Cuatro claves políticas este verano

Sánchez táctico: entre sesión de asesoría e informe de asesoría Sánchez debería plantearse si le perjudica proyectarse como el presidente más asesorado.
Casado cómodo: si la legislatura sale adelante es el jefe de la oposición y tiene el argumentario listo. Si hay 10N, aunque perdiese frente al PSOE es muy probable que ganase a Cs. Eso reactivaría los tambores de unificación, "fusión" que "debería hacerse siempre en torno al PP" dice Beltrán. El PP plantea la posibilidad de inspirarse en Navarra Suma. Coalición que en todo caso en Navarra le ha faltado maña y fuerza, y se ha quedado en la oposición. Navarra Suma no ha sumado. Eso sí: en su competición con Rivera, Casado sabe que en modo derecha radicalizada le ganó al líder de Ciudadanos. Seguirá atacando ese flanco y Cayetana Álvarez de Toledo es una prueba concluyente, pero Casado también ha entendido que sonriendo mucho y levantando de vez en cuando el pie del acelerador hace aún mucho más daño a un Rivera casi siempre bronco y acelerado.
Errejón activo: sigue dibujando un relato-espacio político, que confronta directamente con Podemos. Hace 20 días en El Mundo. Ahora en El País. Presión para Iglesias. Y eso que el acuerdo de las derechas en la Comunidad de Madrid resta atractivo al errejonismo, dentro de una izquierda incapaz en conjunto de revertir los augurios que se han hecho realidad. Balance alcaldía/Comunidad nefasto para las izquierdas.
Torra desgastado: percepción ampliamente extendida de que condicionantes del Estado aparte, tremendos, no era Torra el perfil idóneo para una época tan complicada y dura como la que se vive en Catalunya. La Generalitat necesitaba un líder. Y por empeño o compromiso que le ponga, no lo es. Contexto añadido: la división independentista en Catalunya es como una olla a presión, primero a fuego rápido y luego a fuego lento, desde inicios de 2018. La válvula lleva mucho tiempo girando. Si la recomposición se fía exclusivamente a la respuesta a la sentencia, la olla terminará explotando. Eso sí, el independentismo creció en la percepción de una España en el fondo irreformable, gobernase el PP o el PSOE. Esa percepción, de nuevo subrayada, de confirmarse definitivamente, le ayudará a resistir.

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