Debate en Catalunya en torno a la necesidad de aumentar la base social del independentismo. Cuestión de generar consensos amplios con reminiscencias gramscianas. Por el lado opuesto, tentación jacobina: hegemonía impuesta sea quien sea el president (a). Viene al caso recordar la portada de La Vanguardia, un 1 de octubre, pero de 2005:
"El Estatut se aprueba con la mano tendida a España". El consenso parlamentario era enorme, la base social amplísima, y pasó lo que pasó.
Ese mal precedente tiene ahora un nuevo examen en Euskadi. "El PNV pide a Madrid que valore el proceso de no ruptura que plantea el estatus vasco", tituló Deia (9-2-18). Veremos...
De momento, en el conjunto del Estado, la propulsión de Ciudadanos, el suelo del PP y el techo del PSOE candan en el imaginario colectivo la España mono nacional, al tiempo que realimentan el conflicto plurinacional. Atención de una u otra forma al factor Euskadi antes mencionado. Y atención también al factor paso del tiempo.
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