17 diciembre 2017

Ante las elecciones catalanas

El 21-D va de asentamiento/movimiento de placas tectónicas. Cita clave. Habrá sismógrafos en Estados Unidos y Europa. Los efectos del temblor alcanzarán a Madrid y Bilbao, sin descartar un equilibrio de fuerzas.

Recentralizar Catalunya como trampolín para recentralizar España y 'corregir' el 78. El no centralismo tiene motivos para la preocupación. Porque ya no es solo el debate de la independencia. Se pretende barrer el derecho a decidir con el derecho del 155. Todo lo que no sea una severa derrota de las tesis del bloque monárquico reforzará al centralismo. Es en ese sentido llamativo que ni siquiera ahora se llame al nacionalismo español por su nombre. Ni se denomine nacionalistas a sus más claros partidarios.

Con ese 155 en manos de PP PSOE y Cs, no sé si se está visualizando que el nacionalismo español tiene también motivos para la preocupación. Es el desequilibrio climático que favorece a Arrimadas y penaliza a quien reclama un autogobierno completo cuando se ha suspendido el autogobierno.
La estrategia del 155, también dirigida a la opinión pública española. Recordemos:
Un 57,4% de españoles, a favor de un referéndum pactado, según una encuesta de El Mundo. En todo caso, y al mismo tiempo, en cualquier inventario profundo sobre lo que ha ocurrido en Catalunya, cabe reservar un epígrafe sobre la distancia crítica de una parte muy significativa de la sociedad vasca. Evaluar el grado de incidencia del fenómeno y desmenuzar a fondo sus causas.
"Suerte que tenemos a Rajoy y no a Aznar", ha dicho Iceta. El retrato del PSC PSOE, en operación de Estado con el PP.

Si los comunes se convierten en la llave de gobierno el 21-D, a partir de esa misma noche Pablo Iglesias se puede convertir en el hombre + presionado, en una nueva fase de dicha operación de Estado.

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