La política demanda saber leer los tiempos y los contextos. Las dioptrías, sin embargo, están harto extendidas. Un ejemplo:
"Acabar con el trato de favor a País Vasco y Navarra frenaría las demandas del nacionalismo catalán", ha editorializado Expansión. Dislexia política, miopía, o falta de lectura comprensiva a mi entender. Como mínimo, ingenuidad o voluntarismo centralista. Desconocimiento; abordar un problema realimentando dos nuevos conflictos. Para moverse en las alturas financieras, pobreza argumental, y agudeza visual manifiestamente mejorable, por mucho que se vista de `nueva´ política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario