Dice preocuparse el FMI por el incremento de la
desigualdad, pero recomienda subir los impuestos indirectos. Cínico discurso,
brote bipolar; en el año 2000 la canción fue parecida. Michel Camdessus, que acaba de dejar su cargo de director general,
trató de defenderse de las críticas que acusaban a este organismo de agravar
las desigualdades: "nosotros
nunca dijimos que había que cortar en salud o educación, sino con menos gastos
hacer más". Buenismo de derechas. Tramposo pero efectista;
precedente de estos tiempos de embrutecimiento enmoquetado que sufrimos catorce
años después. Como si las realidades inhumanas fuesen a mejorar mediante
conjuros, ocurrencias o eslóganes de laboratorio.